1. Sube tu archivo MP4
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MP4 (MPEG‑4 Parte 14) es el contenedor dominante para vídeo online. Basado en átomos de QuickTime, puede contener H.264/AVC, HEVC, AV1, AAC, AC‑3, texto con tiempo y segmentos fragmentados para streaming adaptativo. Finalizado en 2001 y revisado en 2003 (ISO/IEC 14496‑14), MP4 se convirtió en el formato de referencia gracias al iPod Video y PlayStation Portable. La llegada de HLS y DASH consolidó aún más a MP4, que admite cajas ‘moov’ al inicio o al final para descargas progresivas o transmisiones en vivo.
MP3 es el popular formato de audio que comprimió la industria musical en los primeros días de Internet. Empleando codificación perceptual, elimina frecuencias enmascaradas por sonidos más fuertes, produciendo una fidelidad aceptable a 128‑320 kbps. El equipo de Fraunhofer finalizó MPEG‑1 Layer III en 1994, pero no fue hasta Winamp (1997) y Napster (1999) que MP3 explotó. Los grupos de patentes expiraron entre 2012‑2017, liberando codificadores de código abierto como LAME. Los gigantes del streaming ahora prefieren AAC u Opus, pero MP3 sigue siendo la opción más segura para una máxima compatibilidad retroactiva.
Prácticamente todos los reproductores, desde Safari y Chrome hasta Xbox y Roku, manejan MP4. Al editar, DaVinci Resolve y Final Cut Pro optimizan H.264 a proxys intracuadro para un desplazamiento más fluido. HandBrake transcodifica códecs antiguos como DivX a perfiles modernos de MP4 H.264+AAC.
Cada sistema operativo, estéreo de coche, consola de juegos y altavoz inteligente reproduce MP3. Para editar, Audacity o Pro Tools convierten a 32 bits flotantes internamente. Para reducir el tamaño de podcasts, vuelve a codificar a mono 96 kbps usando los ajustes de tasa de bits variable `‑V` de LAME.
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